Cinco frutas de temporada para la Navidad
En este artículo desarrollamos las propiedades de cinco frutas de temporada para la Navidad, que nos ayudarán a mantener hábitos de alimentación saludable también durante estas fiestas.
1. Uvas
Destacan por su aporte de ácido fólico (vitamina B9) cubriendo el 13.5% de las necesidades diarias de esta vitamina con 100g de uvas. Además, aporta vitamina B6; ambas vitaminas previenen el cansancio y la fatiga, refuerzan las defensas y contribuyen a una buena función psicológica.
Existe el mito de que las uvas engordan, sin embargo las uvas, como cualquier otra fruta, proporciona beneficios a nuestra salud. En realidad 100g de uvas sólo aportan 3 gramos más de azúcar que 100g de manzana y el consumo de azúcar de las frutas completas no se ha asociado al sobrepeso y no existen limitaciones expresas de las autoridades sanitarias al respecto dado que el consumo de fruta, incluida la uva, ejerce un efecto preventivo frente a la obesidad y sus trastornos metabólicos asociados.
Dado su tamaño y fácil racionamiento, es ideal para comer entre horas o como postre. Al tener una piel fina son ideales para tomar sin pelar, con lo que estaremos ingiriendo un extra de fibra y nutrientes. Su efecto revitalizante convierte a esta fruta en una aliada para estados de cansancio, deportistas, etc.
2. Caqui
En el caso del caqui, hay que decir que es una muy buena fuente de vitamina A (esencial para la salud de la piel y los ojos, para las defensas y para la absorción del hierro) aportando el 20% de la cantidad que necesitamos cada día y una buena cantidad de fibra (responsable de la consistencia que tiene su pulpa) que la convierten en un aliado ideal contra el estreñimiento, además de ser capaz de bloquear la absorción de colesterol y ejercer un efecto saciante. De las 5 frutas que estamos describiendo, el caqui es la que más fibra contiene.
Tomar un caquí para merendar, por ejemplo, resulta de lo más saludable, o para cenar con yogur natural y canela como cena ligera.
3. Chirimoya
100g de chirimoya (una chirimoya mediana desprovista de semillas y cáscara) nos aporta por sí sola el 22.5% de la cantidad de vitamina C que necesitamos a diario, así como un 20% del potasio y un 7% de vitamina B1 (que nos ayuda a mantener nuestros niveles de energía y a nuestra salud de nuestro sistema nervioso y a la función psicológica). Además, en la pulpa de esta fruta se han identificado numerosos compuestos volátiles responsables de su agradable aroma. Es ideal tomar una chirimoya entre horas como tentempié.
4. Kiwi
Lo más destacable de esta fruta es su contenido en vitamina C, ya que cubre el 70-80% de las necesidades diarias de esta vitamina. En este sentido, el kiwi es superior a la naranja (considerada tradicionalmente como la fruta con más vitamina C). La realidad es que, si bien la naranja es una muy buena fuente de esta vitamina, no es la única.
Además el kiwi también es una buena fuente de fibra y de ácido fólico.
Por último el kiwi contiene una sustancia llamada actidina que favorece la digestión, por lo que es ideal tomar 1-2 piezas de esta fruta como postre, especialmente asociada a comidas copiosas o pesadas.
5. Manzana
Aunque tenemos manzanas disponibles todo el año, en realidad su época más propicia es el otoño y primera mitad del invierno, hasta enero.
Se caracteriza por tener un potencial antioxidante muy alto que se ha asociado a la prevención de enfermedades. La manzana contiene sustancias específicas que pueden regular la absorción de glucosa (azúcar) a nivel intestinal, favoreciendo así la sensación de saciedad.
También es una buena fuente de fibra y resulta ideal consumida como merienda o a media mañana. Funciona muy bien como take away natural pues se puede llevar facilmente en el bolso o en una mochila para tomar cuando notemos apetito.
Se presta mucho también a incluirla en comidas saladas como en ensaladas, por ejemplo, o combinarla con yogur para una cena ligera.
La manzana puede ayudarnos en casos de alteración del tránsito intestinal, algo muy habitual en las fechas navideñas. Se aconseja consumirla siempre con la piel (bien lavada), que aportará más fibra y nutrientes. Sólo en casos de colitis o diarreas se recomienda pelarla.

Marta Gámez
Directora Técnica de Grupo NC Salud