La rutina, un día a día estresante, las prisas… Nuestro estilo de vida muchas veces nos impide tomar conciencia de nuestra dieta.

Comemos por impulso, sin saborear, sin valorar los nutrientes que ingerimos. No planificamos la comida ni le dedicamos tiempo suficiente. Todo esto influye en la calidad de nuestra alimentación y en nuestro peso.

Tenemos que transformar nuestra relación con la comida. Debe ser una relación recíproca. Saborear lentamente los alimentos permite disfrutar de la comida, tomar conciencia de lo que comes y mantener una dieta saludable.

• Dedica más tiempo para las comidas, disfruta de cada bocado, aprecia los sabores, mastica lentamente. Necesitarás menos cantidad para sentirte saciado, evitarás excesos.
• Reflexiona sobre tus emociones, toma consciencia de por qué estás comiendo. Es realmente hambre o ansiedad, nerviosismo, tristeza…
• Acostúmbrate a tomar porciones más pequeñas en cada bocado. Así la ingesta será más lenta, masticarás mejor y facilitarás la digestión.
• Relaja la mente, practica ejercicio, duerme lo suficiente, apaga la tele, todo ello influye en como comes.

Se trata de escuchar las necesidades de tu organismo. De este modo evitarás comer por impulsos, por costumbre o por aburrimiento. Aprenderás a comer lo que realmente necesitas.

Marta Gámez

Directora Técnica de Grupo NC Salud