La Organización Mundial de la Salud, por la higiene en los alimentos
El Día Mundial de la Salud se celebra hoy y la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprovecha la efeméride para abordar el tema de la inocuidad de los alimentos.
Un alimento se considera inocuo o lo que es igual, inofensivo, de acuerdo a la norma ISO 22000 que lo certifica en cada proceso de la cadena alimentaria.
Desde los albores de la historia, la insalubridad de los alimentos ha representado un problema de salud para el ser humano y muchos de los problemas actuales en esta materia no son nuevos. Aunque los gobiernos de todo el mundo se están esforzando al máximo por aumentar la salubridad del suministro de alimentos, la existencia de enfermedades de transmisión alimentaria sigue siendo un problema de salud significativo tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo. De hecho, se ha calculado que cada año mueren 1,8 millones de personas como consecuencia de enfermedades diarreicas, cuya causa puede atribuirse en la mayoría de los casos a la ingesta de agua o alimentos contaminados.
Es por ello que la OMS transmite hoy un mensaje de alerta a quienes trabajan en diferentes sectores del gobierno, a los campesinos, a los fabricantes, a los minoristas, a los profesionales sanitarios y a los consumidores de la importancia de la inocuidad de los alimentos. Al mismo tiempo vela porque todos ellos tomen consciencia del papel que pueden desempeñar para que todos tengamos confianza en que los alimentos que nos llegan al plato son inocuos.
Aunque la industria y los sistemas que la regulan son responsables en primera instancia de la inocuidad de los alimentos, todos tenemos un papel clave en asegurarla. Aún los alimentos preparados en nuestras casas pueden ser una fuente de salud si se cocinan de la manera adecuada. La OMS tiene muy claro que una preparación adecuada de los alimentos puede prevenir la mayoría de las enfermedades de transmisión alimentaria. En este sentido, propone cinco claves para un alimento seguro: mantener la limpieza, separar alimentos crudos y cocinados, cocinar los alimentos completamente, mantener los alimentos a temperaturas seguras, y usar agua y materias primas inocuas.
Por otro lado, los suelos sanos son el fundamento del sistema alimentario. Así lo considera la Organización para las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. “Nuestros suelos son la base de la agricultura y el medio en el que crecen casi todas las plantas destinadas a la producción de alimentos. Los suelos sanos producen cultivos sanos que alimentan a las personas y a los animales. De hecho, la calidad de los suelos está directamente relacionada con la calidad y la cantidad de alimentos”, manifiesta este organismo en su página web.
Con una población mundial que según las previsiones superará los 9.000 millones de habitantes en 2050, y el agravante de la competencia por la tierra y el agua y el impacto del cambio climático, la Organización para las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura está convencida de que nuestra seguridad alimentaria actual y futura depende de nuestra capacidad de aumentar los rendimientos y la calidad de los alimentos utilizando los suelos ya dedicados a la producción actualmente.
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