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Las 5 causas más frecuentes de la sensación de hinchazón abdominal

La sensación de vientre hinchado es muy común y puede llegar a ser muy molesta, además de antiestética. Recopilamos las 5 causas más comunes del hinchazón abdominal: picoteos, gases, retención de líquidos, digestiones pesadas o motivos hormonales. También y os dejamos 5 consejos para combatirlas.

Picotear sin darse cuenta:

No realizar 5 comidas al día, o saltarse el desayuno (aunque no tengas hambre) puede provocar que picotees durante el día sin darte cuenta. En las personas que picotean también es común que, cuando están estresadas o deprimidas, se desahoguen con la comida para “sentirse mejor”.

El triptófano es necesario para que nuestro cerebro fabrique serotonina, la llamada hormona del bienestar, que favorece la sensación de saciedad, nos hace sentir menos irritables, y ayuda a normalizar los ciclos de sueño. El triptófano se encuentra en los alimentos, pero en muchos casos la dieta no aporta suficiente cantidad, con lo que es buena idea tomar suplementos que completen nuestro aporte dietético de triptófano.

 Inflado/a tras la comida:

El gas se genera durante la digestión y es completamente normal e incluso saludable generar gases el problema es no eliminarlo correctamente.  Se recomienda mantener sana la flora intestinal (complementos prebióticos y probiótocos), y tomar una dieta rica en fibra. Incluso el estrés y el comer demasiado rápdo y tragar los alimentos sin masticar suficiente, pueden aumentar los gases. Se recomienda dedicar tiempo a comer y masticar adecuadamente los alimentos. La sensación que se produce es de “vientre inflado”.

La papaya o la piña natural contienen enzimas digestivas, que ayudan al sistema digestivo a realizar sus funciones. Hay que evitar las bebidas con gas, pues provocan hinchazón y gases, sobre todo si las tomas durante la comida. Además, en lugar del café de la sobremesa es preferible tomar una infusión digestiva (manzanilla, anís, verbena…).

 Hormonas fuera de control:

En el caso de las mujeres, las hormonas también pueden ser la causa de la sensación de hinchazón. La bajada de estrógenos provoca una moderada retención de líquidos, que favorece la piel de naranja y un ligero aumento de peso.

Para contrarrestarlo es recomendable consumir menos glúcidos y también menos sal y grasas para aligerar la dieta y practicar ejercicio aeróbico (caminar, nadar, ir en bici…), que aumenta los niveles de serotonina y frena el deseo de dulces.

Retención de líquidos:

El exceso de sodio, el tabaco, el alcohol, o el estrés pueden dificultar la circulación de líquidos en el organismo. Si el organismo es incapaz de eliminar todo el líquido que le sobre a través de la orina o el sudor se produce la retención. Esto provoca que manos y tobillos se hinchen y aparezca la celulitis. Además, también aumenta el volumen del abdomen.

Aunque parezca contradictorio, lo primero que debes hacer es beber agua a todas horas (al menos 2 litros al día), tomar menos sal (el máximo son unos 4 gramos/día), y más infusiones (de zarzaparrilla, cola de caballo, diente de león…). El potasio también puede ayudar a eliminar los líquidos que sobran (En espárragos, alcachofas, calabacín…)

Digestiones pesadas:

La digestión es un proceso que puede durar de 14 a 48 horas, pero que se alarga cuando se ha comido en exceso, se han tomado alimentos ricos en grasas (fritos, rebozados, salsas con mantequilla…) o cuando se come muy rápido. Y si la digestión es muy lenta los alimentos pasan demasiado tiempo en el tracto digestivo, lo que provoca malestar.

Los síntomas suelen ser dolor o malestar en la parte superior del abdomen después de comer, que suele ir acompañado de hinchazón, ardor o, incluso, de náuseas. Es más difícil conciliar el sueño por la sensación de pesadez y  algunas veces por la mañana aparece una sensación de estómago revuelto o empacho.

La solución pasa por consumir menos grasas (que permanecen más tiempo en el tracto digestivo y por eso enlentecen la digestión), adecuado consumo de fibra, tomar frutas e infusiones digestivas así como hacer actividad física suave (pasear, etc.) que favorecen los movimientos intestinales.

Fuente: Revista Clara

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Marta Gámez

Directora Técnica de Grupo NC Salud